Metaverso, o la tangibilización del Cyberpunk

Luego de serios cuestionamientos por políticas de privacidad, el amigo Mark quiso lavarle la cara a su emprendimiento, cambiándole de nombre y metiéndonos el cuento del futuro de la interacción.
Aquí intentaré desarrollar un poco el contexto, además de evaluar los pros y los contras del llamado METAVERSO, porque no solo interpelará la manera en que interactuamos entre nosotros, sino con los medios y con las marcas.

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Tras el ‘Facebook Connect’ del 28 de octubre, Zuckerberg nos contó los cambios en su empresa, la visión ambiciosa de “conectar el mundo virtual con el físico, reuniendo a personas separadas geográficamente en el mismo espacio virtual mediante el uso de la tecnología”.

También tocó temas triviales (?) como la privacidad, apenas fueron unos minutos, pero enfatizó en la importancia de construir esta visión con “privacidad, seguridad e inclusión antes de que el producto exista”.
¿A qué se refería y por qué no debemos creerle?
Básicamente, porque Frances Haugen, exgerente de Facebook, filtró gran número de documentos internos editados a un grupo de medios, afirmando que los sistemas de la red social amplifican el odio y el extremismo en internet, sin proteger a los jóvenes del contenido dañino, donde la empresa no muestra ningún incentivo que resolver.

Desde la importancia de las ganancias por encima de las personas, el conocimiento sobre lo tóxica que resulta Instagram para los adolescentes, empujándolos a comportamientos que involucran anorexia y bulimia, hasta ansiedad y depresión. A ello también agregó que Facebook apenas y actuó, de la misma manera cómo hace pocas décadas, las empresas tabacaleras obviaban los efectivos dañinos sobre sus consumidores.

Meta llega en uno de los momentos más delicados…
A pesar de que el cambio de imagen, que sobre el papel intenta proyectar una imagen de empresa metaverso, los analistas se preguntan hace tiempo si, a la franca, será para cubrir con una alfombra, todos los escándalos de la compañía.
“El problema es que la firma arrastra un problema reputacional preocupante y unas percepciones de marca muy negativas”, explicó Lorena Blasco, experta en redes sociales y profesora de marketing digital en ESPC Business School.
La compañía dice que favorece el “más allá”, pero también busca una especie de metamorfosis.

¿De dónde aparece el concepto?
“The term “metaverse” has its origins in the 1992 science fiction novel Snow Crash as a portmanteau of “meta” and “universe.” Various metaverses have been developed for popular use such as virtual world platforms like Second Life. Some metaverse iterations involve integration between virtual and physical spaces and virtual economies, often including a significant interest in advancing virtual reality technology.” (Wikipedia)

Ahora pongamos todo en una balanza…

LA TECNOLOGÍA A FAVOR DE LA HUMANIDAD
El metaverso en sí, es una replica de la realidad, con dinámicas del día a día, con conciertos, experiencias inmersivas de compra, interacción con espacios que en la vida real no existe y con personas que pueden encontrarse a miles de kilómetros de distancia.
Las posibilidades son alucinantes. Facebook ya había presentado Horizon Workroom para el teletrabajo, incluso comprando Oculus, compañía estadounidense que desarrolla tecnología de realidad virtual.
Actualmente el metaverso en un espacio donde se desarrollan diferentes pruebas de herramientas que eventualmente pasarán al mundo físico. BMW ya lo venía implementando en el omniverso de NVIDIA con copias de fábricas, testeo de productos, etc.
Por otro lado, Fornite ha comenzado a organizar conciertos en su plataforma, incentivando la compra de ropa para tu avatar y “encuentros sociales”. La noche del jueves 18 de noviembre del 2021 es ya histórica. Por primera vez un artista de la talla de Justin Bieber ofreció un concierto en este metaverso y fijo es algo que se convertirá en una tendencia mundial.

Según los expertos, el metaverso es una ventana a la tokenización de activos: desde productos o bienes raíces, hasta obras artísticas o eventos culturales. Desde ya, se viene jugando con la especulación de terrenos virtuales en Sandbox, donde ha llegado lo que llamamos gentrificación porque, básicamente, donde hay tráfico, hay dinero.
Actualmente, Facebook ya ha involucrado a cerca de 10mil personas en el desarrollo de su nueva plataforma. Microsoft viene haciendo lo mismo con Mesh y bueno, la ya mencionada NVIDIA y su omniverso.
Pero estos no son los únicos esfuerzos por conquistar un nuevo mundo. La agencia Wunderman Thompson, junto a Odyssey, viene desarrollando el suyo para que los clientes exploren las tendencias de marketing, ofreciendo información de las investigaciones sobre esta tecnología, a través de juegos simples y con la posibilidad de sumergir al usuario en escenas de la naturaleza a través de sus avatares. “Nuestro informe ‘Into the Metaverse’ reflejó una idea de cómo se está dando forma a nuestro futuro, pero estamos encantados de presentar un ejemplo de como darle vida a través de la experiencia de marca”, comentó Alejandro Francolini, Data & Ecommerce Director en Wunderman Argentina y Chile.

LA TECNOLOGÍA EN CONTRA DE LA HUMANIDAD
“Cuando Google crea un producto como por ejemplo Google Maps, ¿por qué lo hace?, ¿es porque es bueno?, ¿es porque quieren ayudarte? No, lo hacen para recopilar todavía más datos tuyos. Cuando Facebook quiere desarrollar el metaverso y te venden unas gafas que graban todo lo que ves, no es que quiera ayudarte, quiere apoderarse de ese mundo”.
– Gemma Galdon, especialista en ética algorítmica y CEO de Eticas Consulting

Que te den la bienvenida a un mundo donde lo real y lo ficticio se mezclan no parece ser más que el inicio de cualquier película con temática
Cyberpunk, en mi humilde opinión. Me pregunto, ¿cómo en el futuro podremos distinguir las diferencias entre el realismo y el hiperrealismo?
En esta era, la imagen y la simulación dominan. El simulacro impregna todos los niveles de existencia. El significado ya no puede ser anclado en lugares específicos. Circula a mayor velocidad, sin ningún referente o garantía.

“Nadie puede nada contra esta circularidad de las masas y de la información. Cada uno de los dos fenómenos está hecho a la medida del otro: ni la masa tiene opinión, ni la información la informa: una y otra siguen alimentándose monstruosamente: la velocidad de rotación de la información aumenta el peso de las masas, y no es en absoluto su toma de conciencia.”

– Jean Baudrillard, Las estrategias fatales, 1983.

Para Baudrillard, el sistema ha llegado a su culminación. La creciente densidad de simulaciones lo está destruyendo. La implosión surge de la destrucción del significado y el efecto de la realidad debido a la precesión de los simulacros.

Hay quienes se sienten tecnoptimistas con la llegada del metaverso, comparándolo con Ready Player One: interactuar con personajes de la cultura pop mientras que la realidad se cae a pedazos (?)

El metaverso sería, como dijo un tal Spielberg, el oasis al cual escapar de los sufrimientos de la vida cotidiana, el sistema que les falla, el trabajo precario y una ciudad contaminada, mientras las grandes empresas se llenan los bolsillos.
Suena increíble jugar Jenga con tus amigos Batman y Las Tortugas Ninja, en medio del planeta Melmac, pero es necesario marcar los límites de la realidad y la ficción, porque podríamos perdernos en esa ambigüedad, convirtiéndolo en el nuevo opio de las masas.
La diferencia entre la iniciativa de Facebook/Meta, con lo desarrollado por otras empresas, es que ya cuenta con una base de usuarios que se acerca a números planetarios. Eso es mucha, demasiada, influencia. Un exceso que aterra.

EN SÍNTESIS…
¿Cómo no querer experimentar una conversación con tus seres queridos a miles de kilómetros de una manera más realista? Claro que es una gran oportunidad. Pero también es un riesgo a que la creación de avatares gatillen a una percepción errónea de nosotros mismos, problemas de identidad, con trastornos alimenticios que nublen los “estándares de la belleza”.
Tengo reparos, porque si no lo sabemos manejar, resulte como un mecanismo de defensa adictiva frente a un capitalismo salvaje, donde grandes empresas tecnológicas acaparen la nueva realidad, una tecnópoli digital. Habrán ganadores y perdedores, existen ventajas y desventajas. Obvio, Zuckerberg no advertirá, sino promoverá su uso, y el costo que tendremos que asumir no será monetario, ojo. 
Este no es el capricho de un amargado que se resiste al cambio, sino una alerta a no dejarse absorber dócilmente por el… METAVERSO.